lunes, 7 de marzo de 2011

Adiós a las armas

(Otro poema viejo, 2009 quizás).



“¡Adiós a las armas!”,
he dicho, o no, dijo Hemingway,
qué sé yo,
dije adiós
adiós a las corbatas
adiós a las oficinas
adiós al crecimiento
adiós a la tierra
adiós al verdor de las cuentas que caen al piso,como estrellas.
adiós dije,
adiós dos veces, he dicho.
En las despedidas solemnes
Nunca
Nunca
hay que olvidar a los grandes:
A los pedazos de cartón que deshicieron las migajas del universo,
a las antorchas derritientes,
a los conejos,
a los gatos que se creen gente
o a la gente que se cree gato.
¡Adiós al árbol!
Hay que recordar a los pequeños que murieron en el campo:
A la noche de Nut, convertida en noche de frontera,
el final entre un cuerpo y el principio del otro.
Sencillamente
en tus brazos
te digo
Adiós.

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