que nacen de los
apamates.
Danzan en el aire
como pequeños cometas
y caen al suelo
resignadas.
El suelo es una cama rosada.
Los apamates son estatuas;
se quedan mirándome mientras los miro:
En cada hoja
en cada zurco
está la marca del solsticio;
Allí, tus manos.
Allí, en el mecer de las ramas
los susurros.
La primavera tiene ojos viejos
y se ríe.
píntame un beso
debajo de un apamate.
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